Preparar una budinera de 23 x 13 cm. Pincelar con un poquito de aceite.
En un bol, colocar la harina, el azúcar y la sal. Integrar.
Hacer un hueco en el centro
Agregar la leche y la levadura. Integrar suavemente.
Añadir los huevos. Integrar completamente hasta obtener una masa suave y algo húmeda.
Adicionar la manteca y amasar pegándole contra la mesada hasta que se integre bien. Al principio va a estar muy pegajosa. Utilizar un cornet para ayudar a despegar la masa de la mesada. Limpiar la mesada cada tanto.
Una vez que la masa esté lisa, homogénea y ya no se pegue sobre la mesada, colocar en un bol con rocío vegetal o con apenas de aceite y tapar con film en contacto.
Dejar levar hasta que duplique su volumen.
Estirar la masa en forma de rectángulo de 25 x 40 cm aprox. sobre una mesada apenas enharinada.
Untar con la mermelada, dejando 1 cm de borde sin cubrir.
Cubrir con los chips de chocolate, reservando algunos para decorar.
Enrollar comenzando por uno de los lados más angostos hasta formar un cilindro.
Una vez enrollado, cortar las puntas para que quede prolijo.
Cortar el rollo al medio con cuidado, y girar dejando el corte hacia arriba.
Trenzar las dos partes comenzando por el centro y luego los extremos.
Colocar dentro de la budinera
Espolvorear con los chips reservados, tapar y dejar levar nuevamente hasta que llegue al borde del molde (2 h aprox.).
Precalentar el horno a 170°C.
Hornear entre 30 y 35 minutos, hasta que al pinchar con un palito salga limpio.