Precalentar el horno a 120°C.
Preparar un molde de 20 cm de diámetro y 7 cm de altura, enmantecado, enharinado y con papel manteca en la base. También se le puede poner papel manteca en el perímetro.
Colocar el queso crema, la leche y la manteca en una cacerola.
Llevar a fuego bajo hasta que se integre pero sin que hierva.
Retirar del fuego y añadir la ralladura de limón y las yemas de huevo. Integrar.
Tamizar la harina y añadir a la preparación. Integrar. Reservar.
Colocar las claras en un bol y batir con batidora eléctrica hasta que dupliquen su volumen.
Agregar el azúcar blanca en forma de lluvia y seguir batiendo hasta obtener un merengue sostenido.
Añadir el merengue en partes a la preparación. Integrar.
Volcar la preparación en el molde. Acomodar con ayuda de un palito. Darle un golpecito al molde para que se acomode bien la preparación.
Colocar el cheesecake en una fuente para horno alta que permita poner una buena cantidad de agua. El agua debe estar caliente
Hornear a baño Maria por 20 minutos.
Subir el horno a 150°C y hornear por 15 minutos más.
A los 15 minutos, abrir la puerta del horno por 10 segundos para que salga el vapor.
Cerrar el horno y bajarlo a 100°C.
Hornear por 40 minutos o hasta que al pincharlo con un palito este salga limpio.
Apagar el horno, y reservar el cheesecake dentro del horno por 10 minutos.
Retirar del horno. Dejar que atempere por unos minutos y girar el molde para que el cheesecake comience a despegarse solo de los bordes.
Desmoldar y colocar en un pie de torta.
Espolvorear con azúcar impalpable.