Colocar en un bol metálico que permita ir a baño maría: el agua, azúcar negra, miel, jengibre, canela y clavo de olor. Integrar bien.
Llevar a baño maría hasta que se haya disuelto el azúcar.
Cuando la preparación esté tibia, añadir la manteca. Integrar.
Asegurarse que la preparación esté en un bol con bastante espacio antes de agregar el bicarbonato ya que va a hacer efervescencia.
Añadir el bicarbonato y revolver hasta que termine de efervescer. Integrar y retirar del fuego.
Filtrar la preparación para que no queden los de clavos de olor en las galletas ni restos de jengibre o canela.
Batir la preparación para ayudar a que baje la temperatura.
Agregar la harina tamizada. Integrar bien hasta formar una masa.
Estirar entre 2 films hasta obtener una masa de 3 mm de espesor.
Colocar en una placa y llevar a heladera por al menos 2 horas para que se hidrate la masa.
Fonzar con los cortantes y colocarlas en una placa antiadherente, con plancha de siliconas o enmantecada y enharinada.
Hornear en un horno precalentado en 170º por 16 minutos o hasta que al tocarlas con el dedo no quede la huella marcada.