Preparar una placa. Reservar
Colocar la harina, el azúcar y la sal en un bol. Integrar
Añadir la ralladura de limón y de naranja. Integrar
Hacer un hueco en el medio para colocar los líquidos.
Adicionar los huevos, la miel, la esencia de vainilla y el agua de azahar.
Añadir el fermento previo a la preparación.
Unir con las manos hasta que la preparación se integre.
Colocar la masa sobre la mesada y terminar de amasar.
Sumar la manteca pomada y amasar golpeando la masa contra la mesada hasta que se integre bien. Al principio va a costar que la manteca integre y se va a pegar sobre la mesada. Utilizar un cornet para ayudar a despegar la masa de la mesa.
Colocar la masa en un bol con rocío vegetal o aceite y tapar con film en contacto.
Dejar levar hasta que duplique el volumen.
Espolvorear la mesada con harina.
Estirar la masa en forma rectangular.
Rellenar la masa con la fruta abrillantada o glaseada cortada, las pasas de uva escurridas, las nueces, las avellanas, las almendras y las castañas.
Enrollar la masa y cortar en rodajas.
Apilar las rodajas intercalando una rodaja en posición horizontal y la siguiente rotada mirando para arriba.
Una vez que estén todas las rodajas apiladas e intercaladas, integrar hasta obtener una bola. No hace falta amasar de nuevo.
Reservar por 10 minutos para que descanse la masa.
Pesar la masa del pan dulce y dividir en 4 bollos iguales (aprox ½ kg cada uno)
Bollar los pan dulces con las manos hasta esconder la fruta para que no se queme en el horneado y colocarlos en los pirotines.
Colocar en una placa y dejar levar tapados hasta que dupliquen su volumen.
Precalentar el horno a 150°C.
Pincelar los pan dulces con huevo batido.
Hornear por 25/30 minutos o hasta que al pincharlos con un palito, este salga limpio. Otra opción es usar un termómetro pincha carnes y hornear hasta que tengan una temperatura interior de 78°C.
Reservar hasta que se enfríen.