Precalentar el horno a 140°C.
Colocar la ricotta y el queso crema en la procesadora y procesar para que esté bien lisa.
Añadir la ralladura de limón, la esencia de vainilla, el azúcar blanca y las claras de huevo. Integrar.
Volcar la preparación por encima de la base de la tarta.
Colocar la tapa de la tarta por encima y presionar contra los lados para unir la tapa a los laterales.
Cortar el borde de exceso que queda
Pinchar la masa con un cuchillo para que salga el vapor al momento de la cocción
Hornear por 1 hora o hasta que al pincharlo con un palito, éste salga húmedo pero sin restos de relleno.
Reservar hasta que se enfríe.
Desmoldar y colocar en un pie de torta o plato dándola vuelta. (La parte de abajo de la tarta es la parte de arriba en el armado).
Espolvorear con azúcar impalpable.